Cada semana, previo al encuentro en Santiago de Chile, un hermano de Taizé comparte una introducción bíblica del Evangelio de Marcos.«Jesús se retiró con sus discípulos junto al lago. Le seguía una gran multitud...» (Mc 3,7). La gente viene de muchos lugares. La Buena Noticia se va expendiendo. La gente no lo reconoce, son los espíritus malignos los que lo reconocen. Jesús los reprende para que no lo descubran, quiere que la gente lo descubra. Los espíritus malignos aparecen como toda la acción del mal.
"La bondad es más profunda que el mal más profundo. Por radical que sea el mal, no es tan profundo como la bondad."
Paul Ricoeur, filósofo francés.
Los doce (Mc 3, 13-19)
En la montaña, en el lugar de encuentro con Dios (Ex 19,20 - monte Sinaí), Jesús forma la primera comunidad cristiana llamando a los que El quiere. La iniciativa es de El, no de los discípulos. A Jesús no le interesa mucho la muchedumbre que le sigue sino el grupo de los doce que está formando. La gente quizás lo seguía con miedo, el miedo al castigo, tener una enfermedad era relacionado con una maldición. ¿Qué imagen tenemos de Dios cuando rezamos?
"¿Cómo podría un Dios de amor imponerse con amenazas? Dios no es un tirano. Dios nos ofrece su presencia continua. Incluso cuando lo creemos ausente en nuestra existencia, El no nos ama menos."
hermano Roger (1)
En la oración de petición, rezamos para que Dios nos de un corazon solidario con los que sufren. No pedimos que los ángeles bajen a ayudar, porque Dios está ya ayudando, somos nosotros los que no.
Jesús no quiere que le sigan con miedo. Por eso llama a las doce, «para que convivan con El» (Mc 3,15), y para enviarlos. La comunidad y la misión. El doce es un número simbólico, como las doce tribus en los inicios del pueblo de Israel. En el apocalipsis la nueva Jerusalén está apoyada en doce piedras (Apo 21,14).
Jesús y Satanás (Mc 3, 20-30)
«Sus familiares... decían que estaba fuera de sí» (Mc 3,20), no comprenden que un día Jesús se fue por ahí para convertirse en predicador. Se empiezan a complicar las cosas para Jesús: «los letrados que habían bajado...», cada vez gente más importante, quienes utilizan la difamación para negar lo evidente. «...expulsa los demonios con el poder del jefe de los demonios».
Jesús les responde con estas palabras que pueden causar asombro:
«Les aseguro que a los hombres se les pueden perdonar todos los pecados y las blasfemias que pronuncien. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo jamás tendrá perdón; será culpable para siempre» (3,28-29)
¿Qué es la blasfemia contra el Espíritu Santo? ¿Acaso hay algún pecado que Dios no pueda perdonar? La blasfemia contra el Espíritu es cerrarse al perdón, querer permanecer en el mal. Somos nosotros los que permanecemos fuera de la misericordia de Dios con un corazón endurecido. Es la obstinación para seguir haciendo el mal en sus múltiples formas, incluso cuando este mal se disfraza de bien. Es aquel que niega y se cierra a la manifestación liberadora de Dios. En el caso de los letrados, no sólo la niegan sino que van en contra de ella difamándola.
La madre y los hermanos de Jesús (Mc 3, 31-35)
«El que haga la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre». La familia de Jesús traspasa fronteras del tipo que sean. ¿Cuál es la voluntad de Dios? Cuando decimos "la voluntad de Dios" tendríamos que decir "la voluntad de amor de Dios". No es algo impuesto que cae del cielo sino que libera, sana. Muchas veces esta expresión ("es la voluntad de Dios") es usada en acontecimientos de la vida donde no encontramos explicación alguna o donde quisiéramos una resignación. Sin embargo, tendríamos que estar atentos ante el peligro que expresiones así nos pudieran desviar del amor de Dios.
"¿Por qué temer la voluntad de Dios cuando ésta no es más que una voluntad de amor? Dios no quiere el sufrimiento humano."
hermano Roger
___________________________________________
1 - Hermano Roger, de Taizé. ¿Presientes una felicidad? p. 32
No hay comentarios:
Publicar un comentario