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domingo, 24 de octubre de 2010

Caminata al Santuario de Santa Teresa de los Andes

Ayer fue la caminata al Santuario de Santa Teresa de los Andes, la primera santa de Chile. En el centro de preparación se detuvieron las actividades para unirnos a la peregrinación. El día inició temprano, a las 7 de la mañana estábamos partiendo de la Vicaría de la Esperanza Joven, muy cerca del centro, en diferentes autos hacia el santuario, a unos 70 km. al norte de Santiago. Llegamos directamente al santuario sin hacer la caminata de 27 km. En el camino se podía ver una fila interminable de buses que traían peregrinos de todos los rincones de Chile. Decenas de miles de jóvenes se prepararon desde sus parroquias para venir en grupo.

Santuario de Santa Teresa de los Andes
Durante la peregrinación hay "estaciones" con un nombre distintivo que busca animar a los peregrinos con cantos y bailes. Los hermanos de Taizé, las hermanas de San Andrés y los voluntarios estuvimos en la última estación, en la 13, en el templo. Justo después de la estación 12 donde está la cripta de Santa Teresa. El nombre de la estación estaba dedicado a la Virgen, "Junto a la Madre y Reina de Chile". Ahí en el templo, se nos confió animar dos momentos de oración, uno a las 10 y otro a las 14 horas. Al llegar al santuario alrededor de las 9, mucha gente ya había llegado, incluso caminando. Algunos se quedaron a dormir desde la noche anterior y partieron muy temprano en la madrugada.

Al llegar, antes que iniciáramos con nuestro trabajo, Fran y yo bajamos a la cripta de la santa carmelita que vivió tan solo 19 años. La cripta se encuentra debajo del templo, justo debajo del altar. Ahí ya se encontraba mucha gente alrededor de la tumba, los más cercanos de rodillas, otros sentados y el resto de pie. El clima era de silencio y oración. La mayoría había caminado muchos kilómetros ofreciendo alguna intención particular para llegar hasta aquí. Es como si fuera el punto final de la peregrinación. Sobre la cripta había algunas flores blancas y muy cerca al centro, una imagen de la santa, como si fuera en cera. Algunas personas aprovechaban para tomar fotos.

Sólo unos minutos estuvimos para después irnos a recibir nuestra comisión. Nos tocó apoyar en el templo con la circulación de la gente. Yo estaba al lado de unas escaleras que conducían a la cripta pero mi tarea era prevenir que la gente bajara por ahí, sólo que subiera la gente que venía de la cripta hacia el templo. Todos querían ir a la cripta por lo que las instrucciones se repetían una y otra vez.

- ¿Por aquí es para la cripta?
- Sí, pero no se puede por aquí, tiene que salir y dar la vuelta por el lado izquierdo.

- ¿Se puede bajar por aquí?
- Por aquí es la salida, tiene que bajar las gradas y del lado izquierdo del templo está la entrada. Por aquí es sólo para subir.

- ¿Para la tumba de Santa Teresa...?

Mientras unos ayudábamos con la circulación, unos entregaban volantes de la Peregrinación de Confianza, otros motivando a que la gente permaneciera un momento en el templo para la oración, otros con el silencio...



lunes, 11 de octubre de 2010

Ultimo día en Cochabamba

Tocan a la puerta del cuarto. Veo el reloj y son las 5:45. El Padre Beymar me habla para estar listo. Con Mery y con Bárbara, la hermana dominica, nos iríamos en taxi a Cochabamba a la Universidad Católica de Bolivia. Alcanzamos la misa previa a los cursos de la hna. Bárbara. El Padre José María, de España, celebra la misa. Antes de entrar me presentaron con el como voluntario de Taizé. Se le iluminó el rostro y abrió los ojos. "Cuando yo estudiaba en París, iba fines de semana a Taizé".

En la misa, durante las peticiones, recordó a Taizé y la Peregrinación de Confianza. Así, al final, Francisco, un señor de aspecto amable, nos saluda a los tres y pide hablar con nosotros. Cambió sus compromisos y nos invitó a desayunar. Hacía 3 días que había terminado de leer un libro del Hermano Roger y se le hacía mucha coincidencia que estuviéramos con él. Se aseguró de preguntarlo todo, sobre la comunidad, la vida en la colina, el programa diario, la logística, los jóvenes, mi experiencia... Aún no concluíamos con una pregunta cuando venía la siguiente. Mery me diría: "te preguntaba lo que nosotros no nos atrevíamos".

Hacia la noche, tuvimos una reunión con los jóvenes de la Pastoral Juvenil de Cochabamba, que han mostrado interés para ir al encuentro en Santiago. Ellos son muy organizados y veían hasta el último detalle para el viaje. Quieren ir no sólo como delegación de Cochabamba, sino como delegación Boliviana, invitando a grupos de otras ciudades de Bolivia. En media reunión llegó Anita con Sebastián, el simpático argentino con el que haría el resto de la visita a Santa Cruz y Trinidad. A la reunión llegaron algunos amigos de Sebastián que hizo cuando estuvo preparando el encuentro que se hizo en la ciudad en el 2007, las Jornadas de Reconciliación. Tomamos eso como pretexto para irnos a cenar. No podíamos irnos de Cochabamba sin comer un silpancho, así que fuimos al Palacio del Silpancho para resolver ese tema...

El argentino y el mexicano inician la aventura...


domingo, 10 de octubre de 2010

Domingo en Punata

Despierto una hora antes debido a una confusión en mi reloj. A las 6:30 estaba ya de pie. Después del desaliento por el error en la hora, aproveché para hacer amistad con María Salomé, una niña quechua de 4 años. Me mostró las plantas y flores y nombraba a cada una de ellas. También me presentó a "Minino", su gato. Me decía muy linda: "tú te tienes que quedar aquí".
María Salomé y "minino"

En dos momentos durante la misa, el P. Beymar y el P. Marciel me presentaron a la comunidad para invitar a la Peregrinación de Confianza en Santiago y también para invitar a la oración con cantos de Taizé de esta tarde en Tarata. Incluso una de las misas la estaban televisando, yo tenía que hacer frente a hablar en micrófono ante un templo repleto y con una cámara enfrente.

Aquí en Punata, en la parroquia El Señor de los Milagros, tienen un canal de televisión de música folklórica. Todo el día pasan vídeos musicales de bailes típicos: morenada, saya, tinku. En un momento separaron un espacio para hacer una entrevista e invitar al encuentro de Taizé en Santiago. Lo bueno que fue una entrevista sólo con audio. Invitamos entonces al pueblo boliviano a  salir al encuentro de los hermanos chilenos y dejarse acoger por ellos en diciembre.

Compartí unos momentos con jóvenes de la parroquia que se preparan para primera comunión o confirmación. Al principio puede haber timidez pero poco a poco la confianza se abre paso y se les despierta interés por el tipo de oración. Les sorprende que jóvenes vengan de tan lejos a visitarles.

Parroquia El Señor de los Milagros, Punata, Cochabamba
Feria de las Flores en Punata

sábado, 9 de octubre de 2010

De Cochabamba a Punata

La noche la pasé en el edificio de la Pastoral Juvenil de Cochabamba. Ahí acondicionaron un cuarto para que descansara. Por la mañana había que dirigirnos a Punata, ciudad en la región de Valle Alto, a unos 50 km. de Cochabamba. Ahí está el sacerdote asesor de la Pastoral Juvenil de Cochabamba, quien está en la organización de las visitas que haremos.

Mercado La Cancha en Cochabamba
Con Mery, la secretaria ejecutiva de la Pastoral, caminamos por una parte de la ciudad, incluyendo el mercado La Cancha, para tomar el taxi que nos llevaría por 7 bolivianos (1 dólar) hacia Punata. El transporte en Bolivia es muy barato, subirte a un bus público cuesta 1.50 bolivianos (unos 2.50 pesos mexicanos). En el camino uno encuentra el comercio en la calle y de todo, desde granos y comida hasta ropa y artículos de limpieza. Es común ver a las mujeres quechuas vestidas con sus trajes típicos, con sus polleras (faldas) y sus aguayos que se los ponen en la espalda con una habilidad impresionante para cargar de todo, incluso niños. Da miedo que el nudo se desbarate y se les caiga todo pero todo lo tienen muy bien calculado y lo hacen con una maestría que pueden poner lo que sea ahí sin problema.

Al llegar a Punata ya nos esperaba el Padre Beymar, en su parroquia, El Señor de los Milagros. Me recibió con mucha alegría y calidez. Apenas dejé mis cosas y lo acompañamos a dos eucaristías. La primera en Tajamar en una comunidad que mandó pedir una misa por una intención familiar. Después de la comunión una señora se me acerca y me pregunta algo, yo al no entenderle me encogí de hombros y le dije "no" moviendo mi cabeza. Al final Mery me dice con una sonrisa: "no sabía que hablaras quechua...". Eso lo explicaba todo, con razón no había entendido.

La segunda eucaristía a la que lo acompañamos, fue en Chirusi-Rosario, comunidad en las afueras de Punata. Era la fiesta de la Virgen del Rosario y todo el pueblo lo celebraba con procesiones, danzas con trajes típicos, como la diablada, cuetes, comida típica. Impresiona ver como los niños ya desde pequeños celebran su cultura con orgullo.

Mientras el padre celebraba la misa yo me complacía con un helado de canela, algo parecido a un granizado con hielo y con maní encima. El color del helado con el maní recuerda un poco a la tuba de Colima, pero éste era más rico con hielo. La señora que lo preparaba se reía con otra señora... les extrañaba que yo estuviera tomando video del helado y su preparación y se preguntaban, en quechua, de donde sería y por qué actuaba raro (después me tradujeron).



Hacia la tarde estaría en la primera oración de la visita en Bolivia. En Valle Bajo, en Quillacollo, ciudad muy cerca de Cochabamba animaríamos una oración con cantos de Taizé. Al llegar los jóvenes ya tenían todo muy bien preparado, la decoración del lugar con telas, velas e iconos, el coro con guitarra, flauta y violín, incluso ya ensayaban los cantos con los asistentes. La oración reunió a unas 60 personas en un clima de reflexión, canto y silencio. Al final una joven recordaba el encuentro de Taizé en 2007 en Cochabamba como "algo nuevo, pero muy lindo". Aun después de 3 años y siguen resonando ecos de la experiencia que trajo el encuentro para los jóvenes bolivianos.



Oración en Quillacollo

viernes, 8 de octubre de 2010

Bienvenido a Bolivia!

El viaje fue largo. De Santiago a La Paz en avión durante la noche, con escalas en Iquique y Santa Cruz. En El Alto, en el aeropuerto me esperaba Patricia (Pachy) junto con su mamá ¡a las 4 de la mañana! Las altas horas de la madrugada no les impidió mostrar su cálida acogida. Me llevaron a su casa para esperar el bus a Cochabamba y, mientras tomábamos un te de coca, compartíamos y se preocupaban por que no sintiera frío ni el mal de altura.

Terminal de buses en El Alto
Hacia las 8 de la mañana tomé el bus hacia Cochabamba en un viaje que pensaba que no repetiría. Casi las 7 horas del viaje las aproveché para dormir, incluso cuando el bus se detuvo para que comiéramos yo estaba tan cansado que no me preocupé por eso.

En Cochabamba me recibió con una sonrisa Anita, una joven que participa en la Pastoral Juvenil de la ciudad. A pesar de no habernos visto antes me reconoció por el parecido con mi hermano que ayudó en la preparación del encuentro de Taizé en esta ciudad hace 3 años. Apenas eran las primeras horas en Cochabamba y me encontraba en La Plaza Colón y enfrente El Hospicio, parroquia que nos acogió para las Jornadas de Reconciliación en 2007. Se me hacía increíble estar ahí y ver todo a mi alrededor. Los recuerdos pasaban rápido por la mente: donde desayunábamos salteñas, cambiabamos dinero, donde comíamos hasta llenarnos y la parroquia donde una religiosa brasileña encontraba en un suspiro paciencia cuando llegábamos tarde a las reuniones por la mañana.

Es una sorpresa y una bendición estar de regreso en el corazón de Bolivia, en la tierra que una vez nos acogió en una gran sencillez y alegría.
Plaza Colón y parroquia El Hospicio, Cochabamba