Santuario de Santa Teresa de los Andes |
Al llegar, antes que iniciáramos con nuestro trabajo, Fran y yo bajamos a la cripta de la santa carmelita que vivió tan solo 19 años. La cripta se encuentra debajo del templo, justo debajo del altar. Ahí ya se encontraba mucha gente alrededor de la tumba, los más cercanos de rodillas, otros sentados y el resto de pie. El clima era de silencio y oración. La mayoría había caminado muchos kilómetros ofreciendo alguna intención particular para llegar hasta aquí. Es como si fuera el punto final de la peregrinación. Sobre la cripta había algunas flores blancas y muy cerca al centro, una imagen de la santa, como si fuera en cera. Algunas personas aprovechaban para tomar fotos.
Sólo unos minutos estuvimos para después irnos a recibir nuestra comisión. Nos tocó apoyar en el templo con la circulación de la gente. Yo estaba al lado de unas escaleras que conducían a la cripta pero mi tarea era prevenir que la gente bajara por ahí, sólo que subiera la gente que venía de la cripta hacia el templo. Todos querían ir a la cripta por lo que las instrucciones se repetían una y otra vez.
- ¿Por aquí es para la cripta?
- Sí, pero no se puede por aquí, tiene que salir y dar la vuelta por el lado izquierdo.
- ¿Se puede bajar por aquí?
- Por aquí es la salida, tiene que bajar las gradas y del lado izquierdo del templo está la entrada. Por aquí es sólo para subir.
- ¿Para la tumba de Santa Teresa...?
Mientras unos ayudábamos con la circulación, unos entregaban volantes de la Peregrinación de Confianza, otros motivando a que la gente permaneciera un momento en el templo para la oración, otros con el silencio...
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