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lunes, 27 de diciembre de 2010

Una acogida a lo Columbano

Con motivo de la preparación de la Peregrinación de Confianza, fueron casi 5 meses los que fui acogido en Santiago de Chile por los Misioneros Columbanos. Esta congregación irlandesa de la que nunca había oído. Son sacerdotes misioneros venidos principalmente del extranjero: Irlanda, Inglaterra, Australia.. y Corea del Sur, muchos de Corea. Hay también laicos y familias que vienen y que prestan un servicio en periodos de 3 años. ¡Familias! Como Verónica y Esteban de Corea que llevan 2 años en este país ahora participando en la parroquia San Matías en una zona de la ciudad con dificultades y pocos medios. Su hijo, Chío, acaba de cumplir un año y lo tuvieron en Chile. Dicen que su hijo es más chileno que coreano. ¿Cómo puede una familia dejar atrás su casa y aventurarse a un país que no conocen de misioneros? Pensar eso de un sacerdote o de un laico me resultaba más fácil pero no para una familia. Está también una pareja estadounidense que llevan casi 6 años viviendo en misión, ahora al norte del país en Iquique, y que pronto regresan a su país para continuar retomando su profesión.

Verónica y Esteban con Chío, familia misionera
El pasado 23 de noviembre se celebró el día de San Columbano, misionero irlandés del siglo VI. Esta congregación que lleva su nombre no fue fundada por él, sino por unos sacerdotes irlandeses diocesanos hacia el año de 1918 y tomaron después a San Columbano como patrono y modelo por su obra misionera y evangelizadora en Europa.

Eucaristía en la fiesta de San Columbano
La celebración en ese día fue con una eucaristía en el Centro Misionero de San Columbano y después una cena en la Casa Central, donde estuve viviendo. Esta casa, muy cerca del centro, queda cerca de donde fue el Centro de Preparación para la Peregrinación de Confianza, en la parroquia Nuestra Señora de la Divina Providencia. Esta Casa Central de los Columbanos, la usan como una casa de descanso o de paso. Los misioneros que van a alguna región de Chile y pasan por Santiago se quedan algunas noches ahí o los mismos sacerdotes que tienen sus parroquias en la ciudad pasan alguna día entre semana para descansar.

Todos los lunes la familia columbana se reúne para celebrar la eucaristía en la capilla y después tomar el almuerzo juntos. Dan la bienvenida a los misioneros recién llegados o despiden a otros. En el último lunes que me tocó estar despedían y agradecían a un sacerdote coreano que volvía a su país después de 8 años de servicio en Chile.

Yo realmente me sentí como en casa. A pesar de no convivir el tiempo que quisiera con ellos, porque prácticamente todo el día estaba fuera, uno percibe que los columbanos forman una familia muy unida, acogedora y que hacen una labor de mucha entrega. Aquellos extranjeros, lejos de sus lugares de origen, que pasan por acá dejando varios años de sus vidas al servicio de los más desfavorecidos. Buscan estar en parroquias que no están muy consolidadas para animarlas y después irse a otro lugar. No se establecen en un solo sitio sino que peregrinan apoyando a la Iglesia y diócesis local.

Capilla en la Casa Central
Una vez más se percibe la universalidad de la Iglesia en la que personas venidas de todas partes del mundo, sean sacerdotes, familias o laicos, ponen al servicio de los demás lo que son. A través del Padre Derry Healy, que mostró su confianza desde el principio para recibir un peregrino en casa, estaré siempre agradecido con la comunidad columbana por ser un reflejo de una Iglesia viva que recibe y acompaña. Y a las incansables trabajadoras de la Casa Central, a Teresa, Paty y Mary que se preocupaban y atendían a un mexicano y le recordaban que tenía que desayunar.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Hno. Alois en Santiago de Chile, Sábado 11 de Diciembre

Durante la oración del atardecer, en el encuentro 
de Santiago, el hermano Alois comparte una meditación.

La fe se presenta, hoy más, como un riesgo: el riesgo de la confianza. Para correr este riesgo, necesitamos de todas nuestras capacidades humanas: tanto las del corazón, como las de la razón.

Incluso siendo creyentes, no buscamos siempre profundizar suficientemente en nuestra fe. A veces ocurre que la diferencia entre los conocimientos en el ámbito de la fe y los adquiridos en otros ámbitos se hace cada vez mayor. Una fe que se queda en expresiones aprendidas durante la infancia difícilmente podrá hacer frente a los interrogantes de la edad adulta.

La búsqueda de una comunión personal con Dios es entonces aún más importante. ¿Cómo profundizar más en ella? ¿Cómo alimentar nuestra esperanza?

Incluso si entendemos poca cosa del Evangelio, podemos buscar comprender más a partir de una palabra, e intentar ponerla en práctica. Todos nos podemos preguntar: Para mi, ¿cuál es la palabra del evangelio que me impresiona mas y que me gustaría poner en práctica hoy mismo?

Reflexión en grupos, Sábado 11 Diciembre

Durante la Peregrinación de Confianza, se lee el texto 
del hermano Alois y se reflexiona en pequeños grupos.

El Evangelio nos anima a ir siempre más lejos: la justicia debe prolongarse hasta el perdón. Las sociedades humanas necesitan el perdón. En muchos lugares del mundo las heridas de la historia son profundas. Atrevámonos a poner fin a todo lo que puede terminarse hoy. Así el futuro de paz, preparado en el corazón de Dios, podrá realizarse plenamente. Creer en el perdón de Dios no significa olvidar o minimizar la falta. El mensaje del perdón nunca puede ser utilizado para causar injusticias. Al contrario: creer en el perdón nos hace más libres para discernir las propias faltas, como también las faltas y las injusticias alrededor de nosotros y en el mundo. Y el perdón nos hace libres para no condenar definitivamente aunapersona cuando hemos sido ofendidos.

Hay faltas graves que cometemos o que soportamos, y que son a veces irremediables. Nos toca a nosotros el reparar todo lo que puede ser reparado. En este arduo camino encontramos un valioso apoyo: en la comunión de la iglesia el perdón de Dios puede otorgarse de nuevo.

Cristo distingue entre la persona y la falta cometida. 

Acoger y transmitir el perdón de Dios es el camino que Cristo ha abierto. Avanzamos con nuestras fragilidades, nuestras heridas y nuestras debilidades. Cristo no hace de nosotros maestros espirituales que piensan ya haber llegado a realizarse.

Somos pobres del Evangelio y como cristianos no tenemos la pretensión de ser mejor que los demás. Lo que nos caracteriza es simplemente la opción de pertenecer a Cristo. Y al hacer semejante opción quisiéramos ser 
totalmente consecuentes. 

Todos podemos descubrir que el perdón recibido o dado es creador de alegría. Saberse perdonado es quizás una de las alegrías más profundas, más liberadoras.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Hno. Alois en Santiago de Chile, Viernes 10 de Diciembre

Durante la oración del atardecer, en el encuentro 
de Santiago, el hermano Alois comparte una meditación.

El perdón dado y recibido es creador de alegría. Saber que somos perdonados es una de las alegrías más profundas y las más liberadoras. Ahí está la fuente de la paz interior que Cristo quiere comunicarnos. Cada ser humano tiene tanta necesidad de perdón como del pan de cada día y Dios se lo da siempre gratuitamente, El que perdona todas nuestras ofensas. A veces, solamente podemos abrir las manos y expresar por medio de este gesto que desearíamos recibir el perdón. 

Creer en el perdón de Dios no significa olvidar la falta. El mensaje del perdón no puede jamás utilizarse para justificar las injusticias. Al contrario, creer en el perdón nos hace más libres para discernir nuestras propias faltas, así como las injusticias a nuestro alrededor y en el mundo. Por lo tanto es nuestra tarea remediar todo aquello que sea posible.

A lo largo de este arduo camino encontramos un sustento vital: en la comunión de la Iglesia el perdón de Dios puede concederse siempre.

Cuando rezamos en el Padre Nuestro: "perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos...", su perdón ya nos alcanza, no son simples palabras al viento. Algo pasa cuando rezamos con estas palabras que el mismo Jesús nos enseñó. Dios responde a nuestra plegaria y ya estamos preparados para perdonar nosotros también y a no condenar definitivamente a otra persona cuando nosotros hemos sido los ofendidos.

Cristo hace la distinción entre la persona y la falta cometida. Hasta su último aliento en la cruz él se niega a condenar a nadie. Y la falta, lejos de minimizarla, él carga con ella.

Hay situaciones en las que no somos capaces de perdonar. La herida es demasiado grande. Entonces acordémonos del perdón de Dios: Él nunca nos falla. En cuanto a nosotros, el poder perdonar a veces nos llega solamente por etapas. El deseo de perdonar es ya un primer paso, incluso cuando este deseo aparece sepultado bajo la amargura.

Perdonando Dios hace algo más que simplemente borrar las faltas. El da una vida nueva en su amistad avivada día y noche por el Espíritu Santo. Acoger y transmitir el perdón de Dios es la vía que Cristo ha aabierto, avanzamos a pesar de nuestras fragilidades y de nuestras heridas. Cristo no hace de nosotros hombres y mujeres que ya hayan llegado a realizarse.

(…)

Como cada persona, las sociedades humanas tampoco pueden vivir sin el perdón. En América Latina y en muchos otros países del mundo las heridas de la historia son profundas. Atrevámonos entonces a poner fin a aquello que puede terminarse hoy mismo. Renunciemos a transmitir a la siguiente generación las amarguras del pasado. De este modo un futuro de paz, preparado en el corazón de Dios, podrá desarrollarse plenamente.


Reflexión en grupos, Viernes 10 Diciembre

Durante la Peregrinación de Confianza, se lee el texto 
del hermano Alois y se reflexiona en pequeños grupos.

La opción por la alegría no es jamás una evasión lejos de los problemas de la vida. Al contrario, la alegría nos permite mirar a la realidad de frente, incluyendo los sufrimientos y las injusticias. La alegría nos llena de una compasión sin límites.

El camino de la felicidad, siguiendo a Jesús, está en el darnos nosotros mismos día tras día. Por medio de nuestra vida, con una gran sencillez, podemos decir el amor de Dios.

La opción por la alegría es inseparable de la opción por el hombre. Experimentar, aunque sea poco, la alegría de Dios hace de nosotros hombres y mujeres de comunión. El individualismo como camino de felicidad es una ilusión.

Ser testigos de comunión supone, a veces, la valentía de ir contra corriente. El Espíritu Santo dará a cada uno y cada una de ustedes la imaginación necesaria para encontrar el modo de hacerse más cercano de aquellos que sufren, escucharles y dejarse conmover por las situaciones de desamparo.

Un signo de nuestro tiempo es la bella generosidad con la cual innumerables personas han ayudado a las víctimas de las dramáticas catástrofes naturales. ¿Cómo dicha generosidad puede también animar nuestras sociedades en el cotidiano?

Por muy necesaria que sea la ayuda material en ciertas situaciones de urgencia, no es suficiente. Lo que importa realmente es hacer justicia a los desfavorecidos. La lucha contra la pobreza es una lucha por la justicia. La justicia en cada país. Y la justicia en las relaciones internacionales, no el asistencialismo.

Dejemos todo tipo de paternalismo y proteccionismo y hagamos justicia para los más desfavorecidos. 

Los cristianos de América Latina nos los recuerdan: la lucha contra la pobreza es una lucha por la justicia. Justicia en las relaciones internacionales y no asistencia.


•  ¿Cómo puedo aportar más justicia allí dónde vivo?
•  ¿Dónde y cómo busco la justicia?
•  ¿Cómo este texto nos ayuda a compreder y a vivir la justicia? ¿Dónde comienza la justicia?
•  ¿Es posible la justicia sin amor?

jueves, 9 de diciembre de 2010

Hno. Alois en Santiago de Chile, Jueves 9 de Diciembre

Durante cada oración del atardecer, en el encuentro 
de Santiago, el hermano Alois comparte una meditación.

Hace un año realicé una visita de 3 semanas a los cristianos de China, junto a dos de mis hermanos: uno chino y el otro coreano. Lo que me impresionó de ese país fue el comprobar la intensa espera espiritual presente en muchos jóvenes. Encontre a jóvenes que sin ser creyentes se acercan a la religión. Un joven nos explicó: "El alma china siempre ha creído en el cielo y en un más allá. Las ultimas decadas no han podido borrar esto." Y este joven agregaba que en estos últimos años felizmente la vida material ha mejorado pero al mismo tiempo muchos sienten un vacio espiritual y buscan un sentido a la vida. A lo largo y ancho del mundo, incluso teniendo historias diferentes, ¿no nos encontramos frente a cuestiones parecidas? Ningún joven puede dejar de preguntarse ¿qué puede dar un sentido a mi vida? ¿qué rumbo elegir que merezca la pena?

Ayer por la noche les dije que la opción por la alegría era inseparable de la opción por el hombre. La opción por la alegría no es jamás una evasión lejos de los problemas de la vida. Al contrario, la alegría nos permite mirar a la realidad de frente, incluso los sufrimientos e injusticias. La alegría nos llena de una compasión sin límites. 


Mañana por la mañana en los grupos ustedes buscarán como cada uno y cada una puede profundizar esta compasión en su propia vida. Me gustaría decir esta noche algunas palabras al respecto.

Saborear, por pequeña que esta sea, la alegría de Dios, hace de nosotros mujeres y hombres de comunión. El individualismo como camino de la felicidad es una pura ilusión. La felicidad, siguiendo a Jesús, está en el don de nosotros mismos, día tras día. Por medio de nuestra vida, con una gran sencillez, podemos transmitir el amor de Dios. Ser testigos de comunión, supone a veces la valentía de ir contra corriente. El Espiritu Santo dara a cada uno y a cada una de ustedes la imaginación necesaria para encontrar el modo de hacerse más cercano de aquellos que sufren. Escucharles y dejarse conmover por las situaciones de desamparo. Si nuestras comunidades, nuestras parroquias, nuestros grupos juveniles fuesen cada día más espacios de bondad de corazón y de confianza. Espacios donde nos acojamos mutuamente, donde busquemos comprender y apojar al otro. Lugares donde seamos atentos con los más débiles, con aquellos que nunca pertenecen a nuestro entorno, con aquellos que son más pobres que nosotros. 

Uno de los signos de nuestro tiempo, es la hermosa generosidad con la que incontables personas han ayudado a las víctimas de catástrofes naturales. Aquí en Chile, el terremoto de febrero ha afectado sobre todo a los más pobres. Pero el impulso de generosidad que ha surgido del fondo del alma chilena ha permitido darse cuenta de cómo los chilenos forman una sola familia, solidaria en la adversidad. Una generosidad semejante ¿cómo puede también hacerse presente en la vida diaria de nuestras sociedades? 

Por muy necesaria que sea la ayuda material en ciertas situaciones de urgencia, no es suficiente. Lo que importa realmente es hacer justicia a los desfavorecidos. La lucha contra la pobreza es una lucha por la justicia. La justicia en cada país. Y la justicia en las relaciones internacionales, no el asistencialismo.

La acumulación exagerada de bienes materiales mata la alegría y nos mantiene en la envidia. La felicidad está en otro lugar. En elegir un estilo de vida sencillo y trabajar no sólo por el beneficio sino para dar sentido a la existencia compartiendo a los demás. Así, cada uno puede contribuir a un porvenir de paz. Elegir un estilo de vida sencillo no conduce jamás a la tristeza. La sencillez nos ayuda a ir a lo esencial. ¿No es acaso un desafío poder descubrir en nuestras vidas una belleza muy simple?

Todos nosotros desearíamos tener el sentido del gusto por la solidaridad y el compartir. Sí, nos gustaría dejarnos entusiasmar por ese compromiso. Comprometernos a fondo para que las riquezas se compartan mejor y para que el acceso a los alimentos, a la salud, a la educación y a la vivienda estén asegurados para todos. La generosidad está presente en el corazón humano. Hay una alegría en el compartir y muchos de ustedes ya han hecho la experiencia. Para orientar todavía más nuestra vida en este sentido, Dios no nos da un espíritu temeroso, sino un espíritu de amor y de fuerza interior que nos conducirá muy lejos.

hermano Alois



Reflexión en grupos, Jueves 9 diciembre

Durante la Peregrinación de Confianza, se lee el texto 
del hermano Alois y se reflexiona en pequeños grupos.

“¡Deja la tristeza, la alegría del corazón es la vida del hombre!”- esta llamada de un creyente que vivió mucho antes de Cristo está dirigida también hoy a nosotros. La felicidad ¿quién no la busca? ¿Quién no quisiera descubrir y desarrollar los dones depositados en cada uno? Lo que lleva a una vida humana a su realización, no son las hazañas espectaculares, sino la alegría serena que toca las profundidades del corazón. El carácter inacabado de toda vida, las fragmentaciones y los sufrimientos no desaparecen, pero tampoco ahogan la serenidad.

Nuestras existencias pueden atravesar dificultades y sufrimientos y, a veces, durante largos períodos. Sin embargo, quisiéramos siempre intentar reencontrar la alegría de vivir. ¿De dónde nos viene? Ella se alimenta de encuentros que nos marcan, de amistades duraderas, de la creación artística o incluso de la belleza de la naturaleza...

También nos viene del interior: el amor que recibimos, hace nacer una felicidad que, poco a poco, llena el fondo del alma.

Es entonces que somos conducidos a hacer una opción por la alegría.  

El Espíritu Santo deposita en lo profundo de nuestro ser la alegría de Cristo Resucitado. Esta alegría no esta presente solamente cuando todo resulta fácil. Cuando nos encontramos ante una tarea exigente, el esfuerzo puede reavivar la alegría.

Incluso en las pruebas, algunos se atreven a hacer referencia a esta alegría que puede esconderse como una brasa entre las cenizas sin apagarse. En la alabanza dejamos que se muestre en nosotros y, de golpe, todo se ilumina.


• ¿Cómo pequeñas alegrías cotidianas pueden alimentar y determinar nuestras opciones más profundas? ¿Estoy suficientemente atento a éstas?

• Saber esperar, cambiar las cosas desde el interior, decidirse... ¿son acaso actitudes incompatibles con la alegría?

• Una opción por la alegría, una opción por el Reino: ¿Con qué gestos concretos podemos renovar, día a día, dicha opción?

• ¿Cómo una opción por la alegría puede convertirse en una opción por la vida y en una opción por los demás?

domingo, 5 de diciembre de 2010

¡A 3 días del encuentro!

Ayer en el Centro de Preparación recibimos a las personas que forman parte de los equipos en las parroquias y comunidades. La cita primero fue en la iglesia. Se ensayaron algunos cantos, incluido uno en mapudungun; el testimonio de Macarena, de Francia, con la preparación desde hace más de 4 meses; noticias sobre los grupos próximos a recibir, como los 25 haitianos y los colombianos; y avisos de último momento.

Después nos reunimos cada voluntario con la vicaría correspondiente para ver los últimos detalles. ¡Es la última vez que nos reunimos con ellos antes del encuentro! La emoción y los nervios se hacen notar. Todos ya quieren recibir a los peregrinos, incluso algunos no pueden resistir por saber de qué lugar vendrán a su parroquia.

Las familias están listas para recibir. Quieren mostrar ya la acogida chilena dándolo todo. Preparan su casa, unos hasta pintan y arreglan, se preocupan por que los jóvenes estén bien alimentados, el transporte, que no se vayan a perder en Santiago y que se sientan como en casa.

Es increíble pensar que solamente quedan 3 días para la Peregrinación de Confianza. Atrás en agosto parecía una fecha lejana cuando decíamos "del 8 al 12 de diciembre..."

Oración de mediodía





Lo que quedó de los voluntarios al final del día

lunes, 15 de noviembre de 2010

¡Santiago se prepara!

Este sábado y domingo, jóvenes de todo Santiago estuvieron viniendo al Centro de Preparación para mostrar sus avances en las parroquias. Prácticamente los 80 puntos que acogerán peregrinos estuvieron presentes. Traían sus mapas de cómo llegar a su parroquia, el número de lugares encontrados en familias... Quedan aún detalles por ver, pero la preparación se va afinando cada vez más.

La alegría por acoger este encuentro se siente por todos lados. Las familias están listas para recibir jóvenes en sus casas, muchos de fuera de Santiago ya están inscritos, las parroquias e iglesias se preparan con el programa que se vivirá allí...

Algunos voluntarios han escrito sus impresiones: http://www.taize.fr/es_article11594.html




El super equipo: los 10 voluntarios de Taizé.


lunes, 8 de noviembre de 2010

"Una Bolivia que reza por la unidad de su gente"

Semanas atrás, Sebastián, un joven de Argentina, y yo, visitamos 3 ciudades de Bolivia para invitar a los jóvenes a la Peregrinación de Confianza. Esto es algo de lo que escribe:
"En nuestro viaje, hemos salido al encuentro de una Bolivia que aún reza por la unidad de su gente. El país todavía tiene heridas abiertas que necesitan cerrarse. Cosas que aún no han sido bendecidas por la gracia de la Reconciliación. Los jóvenes, encontrándose, conociéndose entre ellos, bajo una órbita de confianza y en Cristo, pueden empezar a derribar los prejuicios y viejos rencores que fueron sembrados generaciones atrás. Nuestro querido país hermano lo necesita."
Sebastián 
http://www.taize.fr/es_article11554.html
 

domingo, 7 de noviembre de 2010

Padre Hurtado: sobre el amor y el respeto

"El amor verdadero viene siempre vestido de respeto. El es la valla que defiende la fuerza de los que se aman. Si se rompe el cerco del respeto, el amor se ha convertido en egoísmo y placer."

San Alberto Hurtado

domingo, 24 de octubre de 2010

Caminata al Santuario de Santa Teresa de los Andes

Ayer fue la caminata al Santuario de Santa Teresa de los Andes, la primera santa de Chile. En el centro de preparación se detuvieron las actividades para unirnos a la peregrinación. El día inició temprano, a las 7 de la mañana estábamos partiendo de la Vicaría de la Esperanza Joven, muy cerca del centro, en diferentes autos hacia el santuario, a unos 70 km. al norte de Santiago. Llegamos directamente al santuario sin hacer la caminata de 27 km. En el camino se podía ver una fila interminable de buses que traían peregrinos de todos los rincones de Chile. Decenas de miles de jóvenes se prepararon desde sus parroquias para venir en grupo.

Santuario de Santa Teresa de los Andes
Durante la peregrinación hay "estaciones" con un nombre distintivo que busca animar a los peregrinos con cantos y bailes. Los hermanos de Taizé, las hermanas de San Andrés y los voluntarios estuvimos en la última estación, en la 13, en el templo. Justo después de la estación 12 donde está la cripta de Santa Teresa. El nombre de la estación estaba dedicado a la Virgen, "Junto a la Madre y Reina de Chile". Ahí en el templo, se nos confió animar dos momentos de oración, uno a las 10 y otro a las 14 horas. Al llegar al santuario alrededor de las 9, mucha gente ya había llegado, incluso caminando. Algunos se quedaron a dormir desde la noche anterior y partieron muy temprano en la madrugada.

Al llegar, antes que iniciáramos con nuestro trabajo, Fran y yo bajamos a la cripta de la santa carmelita que vivió tan solo 19 años. La cripta se encuentra debajo del templo, justo debajo del altar. Ahí ya se encontraba mucha gente alrededor de la tumba, los más cercanos de rodillas, otros sentados y el resto de pie. El clima era de silencio y oración. La mayoría había caminado muchos kilómetros ofreciendo alguna intención particular para llegar hasta aquí. Es como si fuera el punto final de la peregrinación. Sobre la cripta había algunas flores blancas y muy cerca al centro, una imagen de la santa, como si fuera en cera. Algunas personas aprovechaban para tomar fotos.

Sólo unos minutos estuvimos para después irnos a recibir nuestra comisión. Nos tocó apoyar en el templo con la circulación de la gente. Yo estaba al lado de unas escaleras que conducían a la cripta pero mi tarea era prevenir que la gente bajara por ahí, sólo que subiera la gente que venía de la cripta hacia el templo. Todos querían ir a la cripta por lo que las instrucciones se repetían una y otra vez.

- ¿Por aquí es para la cripta?
- Sí, pero no se puede por aquí, tiene que salir y dar la vuelta por el lado izquierdo.

- ¿Se puede bajar por aquí?
- Por aquí es la salida, tiene que bajar las gradas y del lado izquierdo del templo está la entrada. Por aquí es sólo para subir.

- ¿Para la tumba de Santa Teresa...?

Mientras unos ayudábamos con la circulación, unos entregaban volantes de la Peregrinación de Confianza, otros motivando a que la gente permaneciera un momento en el templo para la oración, otros con el silencio...



lunes, 11 de octubre de 2010

Ultimo día en Cochabamba

Tocan a la puerta del cuarto. Veo el reloj y son las 5:45. El Padre Beymar me habla para estar listo. Con Mery y con Bárbara, la hermana dominica, nos iríamos en taxi a Cochabamba a la Universidad Católica de Bolivia. Alcanzamos la misa previa a los cursos de la hna. Bárbara. El Padre José María, de España, celebra la misa. Antes de entrar me presentaron con el como voluntario de Taizé. Se le iluminó el rostro y abrió los ojos. "Cuando yo estudiaba en París, iba fines de semana a Taizé".

En la misa, durante las peticiones, recordó a Taizé y la Peregrinación de Confianza. Así, al final, Francisco, un señor de aspecto amable, nos saluda a los tres y pide hablar con nosotros. Cambió sus compromisos y nos invitó a desayunar. Hacía 3 días que había terminado de leer un libro del Hermano Roger y se le hacía mucha coincidencia que estuviéramos con él. Se aseguró de preguntarlo todo, sobre la comunidad, la vida en la colina, el programa diario, la logística, los jóvenes, mi experiencia... Aún no concluíamos con una pregunta cuando venía la siguiente. Mery me diría: "te preguntaba lo que nosotros no nos atrevíamos".

Hacia la noche, tuvimos una reunión con los jóvenes de la Pastoral Juvenil de Cochabamba, que han mostrado interés para ir al encuentro en Santiago. Ellos son muy organizados y veían hasta el último detalle para el viaje. Quieren ir no sólo como delegación de Cochabamba, sino como delegación Boliviana, invitando a grupos de otras ciudades de Bolivia. En media reunión llegó Anita con Sebastián, el simpático argentino con el que haría el resto de la visita a Santa Cruz y Trinidad. A la reunión llegaron algunos amigos de Sebastián que hizo cuando estuvo preparando el encuentro que se hizo en la ciudad en el 2007, las Jornadas de Reconciliación. Tomamos eso como pretexto para irnos a cenar. No podíamos irnos de Cochabamba sin comer un silpancho, así que fuimos al Palacio del Silpancho para resolver ese tema...

El argentino y el mexicano inician la aventura...


domingo, 10 de octubre de 2010

Domingo en Punata

Despierto una hora antes debido a una confusión en mi reloj. A las 6:30 estaba ya de pie. Después del desaliento por el error en la hora, aproveché para hacer amistad con María Salomé, una niña quechua de 4 años. Me mostró las plantas y flores y nombraba a cada una de ellas. También me presentó a "Minino", su gato. Me decía muy linda: "tú te tienes que quedar aquí".
María Salomé y "minino"

En dos momentos durante la misa, el P. Beymar y el P. Marciel me presentaron a la comunidad para invitar a la Peregrinación de Confianza en Santiago y también para invitar a la oración con cantos de Taizé de esta tarde en Tarata. Incluso una de las misas la estaban televisando, yo tenía que hacer frente a hablar en micrófono ante un templo repleto y con una cámara enfrente.

Aquí en Punata, en la parroquia El Señor de los Milagros, tienen un canal de televisión de música folklórica. Todo el día pasan vídeos musicales de bailes típicos: morenada, saya, tinku. En un momento separaron un espacio para hacer una entrevista e invitar al encuentro de Taizé en Santiago. Lo bueno que fue una entrevista sólo con audio. Invitamos entonces al pueblo boliviano a  salir al encuentro de los hermanos chilenos y dejarse acoger por ellos en diciembre.

Compartí unos momentos con jóvenes de la parroquia que se preparan para primera comunión o confirmación. Al principio puede haber timidez pero poco a poco la confianza se abre paso y se les despierta interés por el tipo de oración. Les sorprende que jóvenes vengan de tan lejos a visitarles.

Parroquia El Señor de los Milagros, Punata, Cochabamba
Feria de las Flores en Punata

sábado, 9 de octubre de 2010

De Cochabamba a Punata

La noche la pasé en el edificio de la Pastoral Juvenil de Cochabamba. Ahí acondicionaron un cuarto para que descansara. Por la mañana había que dirigirnos a Punata, ciudad en la región de Valle Alto, a unos 50 km. de Cochabamba. Ahí está el sacerdote asesor de la Pastoral Juvenil de Cochabamba, quien está en la organización de las visitas que haremos.

Mercado La Cancha en Cochabamba
Con Mery, la secretaria ejecutiva de la Pastoral, caminamos por una parte de la ciudad, incluyendo el mercado La Cancha, para tomar el taxi que nos llevaría por 7 bolivianos (1 dólar) hacia Punata. El transporte en Bolivia es muy barato, subirte a un bus público cuesta 1.50 bolivianos (unos 2.50 pesos mexicanos). En el camino uno encuentra el comercio en la calle y de todo, desde granos y comida hasta ropa y artículos de limpieza. Es común ver a las mujeres quechuas vestidas con sus trajes típicos, con sus polleras (faldas) y sus aguayos que se los ponen en la espalda con una habilidad impresionante para cargar de todo, incluso niños. Da miedo que el nudo se desbarate y se les caiga todo pero todo lo tienen muy bien calculado y lo hacen con una maestría que pueden poner lo que sea ahí sin problema.

Al llegar a Punata ya nos esperaba el Padre Beymar, en su parroquia, El Señor de los Milagros. Me recibió con mucha alegría y calidez. Apenas dejé mis cosas y lo acompañamos a dos eucaristías. La primera en Tajamar en una comunidad que mandó pedir una misa por una intención familiar. Después de la comunión una señora se me acerca y me pregunta algo, yo al no entenderle me encogí de hombros y le dije "no" moviendo mi cabeza. Al final Mery me dice con una sonrisa: "no sabía que hablaras quechua...". Eso lo explicaba todo, con razón no había entendido.

La segunda eucaristía a la que lo acompañamos, fue en Chirusi-Rosario, comunidad en las afueras de Punata. Era la fiesta de la Virgen del Rosario y todo el pueblo lo celebraba con procesiones, danzas con trajes típicos, como la diablada, cuetes, comida típica. Impresiona ver como los niños ya desde pequeños celebran su cultura con orgullo.

Mientras el padre celebraba la misa yo me complacía con un helado de canela, algo parecido a un granizado con hielo y con maní encima. El color del helado con el maní recuerda un poco a la tuba de Colima, pero éste era más rico con hielo. La señora que lo preparaba se reía con otra señora... les extrañaba que yo estuviera tomando video del helado y su preparación y se preguntaban, en quechua, de donde sería y por qué actuaba raro (después me tradujeron).



Hacia la tarde estaría en la primera oración de la visita en Bolivia. En Valle Bajo, en Quillacollo, ciudad muy cerca de Cochabamba animaríamos una oración con cantos de Taizé. Al llegar los jóvenes ya tenían todo muy bien preparado, la decoración del lugar con telas, velas e iconos, el coro con guitarra, flauta y violín, incluso ya ensayaban los cantos con los asistentes. La oración reunió a unas 60 personas en un clima de reflexión, canto y silencio. Al final una joven recordaba el encuentro de Taizé en 2007 en Cochabamba como "algo nuevo, pero muy lindo". Aun después de 3 años y siguen resonando ecos de la experiencia que trajo el encuentro para los jóvenes bolivianos.



Oración en Quillacollo

viernes, 8 de octubre de 2010

Bienvenido a Bolivia!

El viaje fue largo. De Santiago a La Paz en avión durante la noche, con escalas en Iquique y Santa Cruz. En El Alto, en el aeropuerto me esperaba Patricia (Pachy) junto con su mamá ¡a las 4 de la mañana! Las altas horas de la madrugada no les impidió mostrar su cálida acogida. Me llevaron a su casa para esperar el bus a Cochabamba y, mientras tomábamos un te de coca, compartíamos y se preocupaban por que no sintiera frío ni el mal de altura.

Terminal de buses en El Alto
Hacia las 8 de la mañana tomé el bus hacia Cochabamba en un viaje que pensaba que no repetiría. Casi las 7 horas del viaje las aproveché para dormir, incluso cuando el bus se detuvo para que comiéramos yo estaba tan cansado que no me preocupé por eso.

En Cochabamba me recibió con una sonrisa Anita, una joven que participa en la Pastoral Juvenil de la ciudad. A pesar de no habernos visto antes me reconoció por el parecido con mi hermano que ayudó en la preparación del encuentro de Taizé en esta ciudad hace 3 años. Apenas eran las primeras horas en Cochabamba y me encontraba en La Plaza Colón y enfrente El Hospicio, parroquia que nos acogió para las Jornadas de Reconciliación en 2007. Se me hacía increíble estar ahí y ver todo a mi alrededor. Los recuerdos pasaban rápido por la mente: donde desayunábamos salteñas, cambiabamos dinero, donde comíamos hasta llenarnos y la parroquia donde una religiosa brasileña encontraba en un suspiro paciencia cuando llegábamos tarde a las reuniones por la mañana.

Es una sorpresa y una bendición estar de regreso en el corazón de Bolivia, en la tierra que una vez nos acogió en una gran sencillez y alegría.
Plaza Colón y parroquia El Hospicio, Cochabamba

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Marcos 4: y la semilla germina y crece

Cada semana, previo al encuentro en Santiago de Chile, un hermano de Taizé 
comparte una introducción bíblica del Evangelio de Marcos.

¿Cuántas parábolas hay en este capítulo? Tres, podemos decir 4  con el relato de la calma de la tempestad. La parábola del sembrador, la parábola de la vitalidad de la semilla y la parábola de la semilla de mostaza.

Marcos presenta a Jesús en su faceta de Maestro enseñando con parábolas. Las parábolas ya las encontramos en el Antiguo Testamento y en otras religiones. Su finalidad es llegar a creer, llegar a tener fe. Jesús enseña con ellas siendo cercano al sentir del pueblo, ellas son cercanas a la vida rural de Palestina. Las parábolas son una llamada a la vida personal, a una respuesta: ¿tú qué clase de tierra eres? "el que tenga oídos para oír que escuche" (Mc 4, 9).

"Las parábolas dicen más de lo que está escrito"
Paul Ricoeur, filósofo francés

Parábola del sembrador (Mc 4, 3-9)

« Salió un sembrador a sembrar. Al sembrar, unas semillas cayeron junto al camino; vinieron las aves y se las comieron. Otras cayeron en terreno pedregoso con poca tierra. Al faltarles profundidad brotaron enseguida; pero, al salir el sol se marchitaron, y como no tenían raíces se secaron. Otras cayeron entre espinos: crecieron los espinos y las ahogaron, y no dieron fruto. Otras cayeron en tierra fértil: brotaron, crecieron y dieron fruto; produjeron: unas treinta, otras sesenta, otras cien. Y añadió: El que tenga oídos para oír que escuche.» 3-9

El libro del Genésis está detrás (como en el capítulo 1 de Marcos, en el bautismo de Jesús). Dios está creando, está derramando semillas. La creación va apareciendo, va creciendo.

La creación aparece como un sembrador que salió a sembrar.

Difícil de comprender porque no se había hablado de Dios como un sembrador que sale a sembrar. ¿Qué más explicación queremos? Él siembra en todo tipo de tierra, buena y mala, con toda generosidad, para todos... Se resalta la universalidad de la Buena Noticia, en todo tipo de tierra cae el grano, la semilla. Así también sucede con el anuncio del reino.

Propósito de las parábolas (10-12)

De un escenario público, pasamos a lo privado. El grupo más cercano pregunta sobre el propósito de las parábolas. Y la respuesta de Jesús es a simple vista desconcertante.

«A ustedes se les comunica el secreto del reino de Dios; 
pero a los de fuera todo se les propone en parábolas, de modo que:

por más que miren, no vean;
por más que escuchen,
no comprendan;
no sea que se conviertan 
y sean perdonados.» 

Algunas sentencias son difíciles de comprender («no sea que se conviertan y sean perdonados»).  ¿Qué pretende [Jesús] con esto? Advertir el carácter misterioso del reino, está presente pero a la vez oculto. Quien se cierra a él es como aquel que mira pero no ve, escucha pero no entiende (Is 6,9s). 1

Explicación de la parábola del sembrador (13-20)

Jesús invita a sus discípulos a reflexionar sobre sí mismos. ¿Qué disposición tienen a su Palabra: el anuncio del reino? Mientras que en la parábola se resalta la acción del sembrador y la suerte de la semilla (1-9), aquí se resalta la calidad del terreno. Sólo si la semilla, es decir, la Palabra, cae en terreno bueno, dará fruto. La explicación es una invitación a poner nuestro propio lenguaje, nuestras propias dificultades, tribulaciones.


Parábola de la vitalidad de la semilla (Mc 4, 26-29)


«El reino de Dios es como un hombre que sembró un campo: de noche se acuesta, de día se levanta, y la semilla germina y crece sin que él sepa cómoLa tierra por sí misma produce fruto: primero el tallo, luego la espiga, y después el grano en la espiga. En cuanto el grano madura, mete la hoz, porque ha llegado la cosecha.» 

Noche y día. El libro del Génesis. La luz aparece, las aguas se separan. 

«Y la semilla germina». La creación tiene su ritmo, una cosa hace posible la siguiente. En un mundo productivo, eficaz y consumista como el actual, una semilla que crece sola es importante. Las parábolas aparecen en medio de la tensión que existe entre la paciencia y el crecer, en un mundo en el que todo va deprisa.

La semilla crece progresivamente en el silencio, desapercibido, más allá de los éxitos y fracasos humanos, pues es Dios mismo quien lo hace crecer. Esto no niega la participación humana, pues en la parábola se habla de la siembra y de la cosecha que realiza el agricultor. 2

Parábola de la semilla de mostaza (Mc 4, 30-32)

«después de sembrada crece y se hace más alta que las demás
hortalizas, y echa ramas tan grandes que las aves pueden anidar a su sombra.»

Aparentemente se trata de algo insignificante, pero una vez en movimiento, no tiene fronteras, está abierto a todos. Estas dos parábolas de las semillas son un mensaje de ánimo y esperanza.

Calma una tempestad (Mc 4, 35-41)

Conforme a la universalidad del anuncio del Evangelio, Jesús se dirige ahora a tierra de paganos. Para ello debe cruzar el lago de Galilea (el "mar" de Galilea no es un mar sino un lago). Se levanta un viento huracanado y los discípulos asustados despiertan a Jesús que dormía.

Jesús aparece como la creación, calmando a los vientos. En el pensamiento judío el mar era símbolo del mal. Aun con la calma de la tempestad los discípulos se quedan con miedo, no comprenden. Lo que sale es que lo llaman "Maestro".

Puede haber también tempestades en nuestras vidas cuando parece que Jesús no está ahí.

«¿Aún no tienen fe?» Se ve la poca aceptación que está teniendo el mensaje de Jesús y que sabemos el final, que terminará solo.

Marcos termina el capítulo con la pregunta que sigue durante todo el evangelio: «¿quién es éste que hasta el viento y el lago obedecen?»

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1 - Comentario Mc 4,18-22, La Biblia de Nuestro Pueblo
2 - Comentario Mc 4,26-32


domingo, 26 de septiembre de 2010

San Juan Crisóstomo sobre el Hijo Pródigo

Homilía de San Juan Crisóstomo, doctor y Padre de la Iglesia del siglo IV, sobre la parábola del hijo pródigo:
Una vez que el corrupto retornó del extranjero, habiendo aprendido por experiencia propia en qué mal cae quien abandona la casa paterna, cuando retornó el padre no hizo memoria de la ofensa, sino que lo recibió con las manos abiertas. ¿Por qué hizo así? Porque era padre y no juez. Se formaron coros y banquetes y fiestas; todo en la casa era alegría y gozo.
¿Qué dices?¿Es éste el premio por el mal cometido? No por el mal, oh hombre, sino por la vuelta. No por el pecado, sino por el arrepentimiento. No por la perversidad, sino por el cambio de conducta positivo. Pero  más interesante aun es que cuando se irritó el primer hijo, el padre le convenció dulcemente, diciendo: “Tú estás conmigo, mientras que éste estaba perdido y fue hallado; estaba muerto y revivió”. Quiere decir que cuando el que estaba perdido se salva no es momento de juicio ni de rigurosas investigaciones, sino de benevolencia y perdón…
Ningún médico deja de curar al enfermo para ponerse a indagar sobre él, exigiéndole cuentas por su indisciplina. Si verdaderamente mereciera recibir ese castigo, sería suficiente la pena padecida durante el tiempo pasado en tierra extranjera. Al estar tanto tiempo separado de nuestra compañía convivía con el hambre, el desprecio y la lucha contra males extremos. Por eso dijo: “Estaba perdido y fue hallado; estaba muerto y revivió”.
Vino a decir: “No te detengas en la condición presente, sino ten en cuenta la magnitud de las calamidades anteriores: tienes delante a un hermano, no a un extraño. Ha vuelto a un padre al que no le es posible recordar lo precedente; más aún, sólo recuerda lo que puede moverle a compasión, misericordia, clemencia e indulgencia, como conviene a quienes engendran”. Por esto no dijo lo que hizo, sino lo que sufrió. No recordó los bienes que había despilfarrado, sino los innumerables males con que había tropezado.
JUAN CRISÓSTOMO, Homilías…, I,4. edición J.F. TORIBIO CUADRADO, Juan Crisóstomo. La verdadera conversión, Madrid 1997. 

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Marcos 3: "Nombró a doce para que convivieran con él"

Cada semana, previo al encuentro en Santiago de Chile, un hermano de Taizé comparte una introducción bíblica del Evangelio de Marcos.
«Jesús se retiró con sus discípulos junto al lago. Le seguía una gran multitud...» (Mc 3,7). La gente viene de muchos lugares. La Buena Noticia se va expendiendo. La gente no lo reconoce, son los espíritus malignos los que lo reconocen. Jesús los reprende para que no lo descubran, quiere que la gente lo descubra. Los espíritus malignos aparecen como toda la acción del mal.

"La bondad es más profunda que el mal más profundo. Por radical que sea el mal, no es tan profundo como la bondad."
Paul Ricoeur, filósofo francés.
Los doce  (Mc 3, 13-19)

En la montaña, en el lugar de encuentro con Dios (Ex 19,20 - monte Sinaí), Jesús forma la primera comunidad cristiana llamando a los que El quiere. La iniciativa es de El, no de los discípulos. A Jesús no le interesa mucho la muchedumbre que le sigue sino el grupo de los doce que está formando. La gente quizás lo seguía con miedo, el miedo al castigo, tener una enfermedad era relacionado con una maldición. ¿Qué imagen tenemos de Dios cuando rezamos?

"¿Cómo podría un Dios de amor imponerse con amenazas? Dios no es un tirano. Dios nos ofrece su presencia continua. Incluso cuando lo creemos ausente en nuestra existencia, El no nos ama menos."
hermano Roger (1)
En la oración de petición, rezamos para que Dios nos de un corazon solidario con los que sufren. No pedimos que los ángeles bajen a ayudar, porque Dios está ya ayudando, somos nosotros los que no. 

Jesús no quiere que le sigan con miedo. Por eso llama a las doce, «para que convivan con El» (Mc 3,15), y para enviarlos.  La comunidad y la misión. El doce es un número simbólico, como las doce tribus en los inicios del pueblo de Israel. En el apocalipsis la nueva Jerusalén está apoyada en doce piedras (Apo 21,14).

Jesús y Satanás  (Mc 3, 20-30)

«Sus familiares... decían que estaba fuera de sí» (Mc 3,20), no comprenden que un día Jesús se fue por ahí para convertirse en predicador. Se empiezan a complicar las cosas para Jesús: «los letrados que habían bajado...», cada vez gente más importante, quienes utilizan la difamación para negar lo evidente. «...expulsa los demonios con el poder del jefe de los demonios».

Jesús les responde con estas palabras que pueden causar asombro:

«Les aseguro que a los hombres se les pueden perdonar todos los pecados y las blasfemias que pronuncien. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo jamás tendrá perdón; será culpable para siempre» (3,28-29)

¿Qué es la blasfemia contra el Espíritu Santo? ¿Acaso hay algún pecado que Dios no pueda perdonar? La blasfemia contra el Espíritu es cerrarse al perdón, querer permanecer en el mal. Somos nosotros los que permanecemos fuera de la misericordia de Dios con un corazón endurecido. Es la obstinación para seguir haciendo el mal en sus múltiples formas, incluso cuando este mal se disfraza de bien. Es aquel que niega y se cierra a la manifestación liberadora de Dios. En el caso de los letrados, no sólo la niegan sino que van en contra de ella difamándola.

La madre y los hermanos de Jesús  (Mc 3, 31-35)

«El que haga la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre». La familia de Jesús traspasa fronteras del tipo que sean. ¿Cuál es la voluntad de Dios? Cuando decimos "la voluntad de Dios" tendríamos que decir "la voluntad de amor de Dios". No es algo impuesto que cae del cielo sino que libera, sana. Muchas veces esta expresión ("es la voluntad de Dios") es usada en acontecimientos de la vida donde no encontramos explicación alguna o donde quisiéramos una resignación. Sin embargo, tendríamos que estar atentos ante el peligro que expresiones así nos pudieran desviar del amor de Dios.

"¿Por qué temer la voluntad de Dios cuando ésta no es más que una voluntad de amor? Dios no quiere el sufrimiento humano."
hermano Roger

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1 - Hermano Roger, de Taizé. ¿Presientes una felicidad? p. 32

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Marcos 2: Jesús desafía actitudes de los fariseos

Cada semana, previo al encuentro en Santiago de Chile, un hermano de Taizé comparte una introducción bíblica del Evangelio de Marcos.
En el segundo capítulo de Marcos encontramos 5 historias en las que Jesús comienza a desafiar las actitudes de los fariseos y de los más duros opositores de Jesús: letrados, fariseos, discípulos de Juan, herodianos. Pero, ¿quiénes eran los fariseos? Eran gente sencilla, respetuosa de la Ley (el Torah, que consiste en los 5 primeros libros de la Biblia) y gente piadosa. Eran profundos creyentes que consideraban que tenían ganar la salvación con méritos propios. Harían más de la cuenta para estar tranquilos ante Dios, como si fueran una máquina sin corazón.

¿En qué parábola del Nuevo Testamento encontramos esta actitud del fariseo? En la parábola del hijo pródigo, en el hermano mayor. «Tantos años llevo sirviéndote» (Lc 15,29). Yo lo he hecho todo... sin sentimientos, no puede perdonar a su hermano menor.

¿Por qué Marcos exagera de manera negativa a los fariseos? Para que nosotros nos comparemos y para que nos demos cuenta que si tenemos las mismas actitudes no podemos seguir a Jesús. En consecuencia, la gente curada por Jesús está alegre, se reconoce que no lo merecían. La Buena Noticia que alegra a los marginados, asusta, en cambio, a las autoridades religiosas (fariseos) y políticas (herodianos).

«...discurrían en su interior» (2,6) 
Mirando, juzgando, preparándose para atacar a Jesús.

«¿Por qué come con recaudadores de impuestos?» (2,16)
Hasta ahora no se atreven a enfrentar Jesús, hasta que encuentren apoyo (con los discípulos de Juan)

«¿Por qué los discípulos de Juan y los fariseos ayunan y tus discípulos no ayunan?» (2,18)

Hasta que finalmente, «deliberan cómo acabar con El» (3,6)

Sanación a un paralítico

Jesús enseña en una casa y hay mucha gente. Cuatro personas hacen toda una faena para presentar a su amigo paralítico con Jesús. Si ya se requiere mucha destreza para mover a alguien en estas condiciones, ahora imaginar subirlo al techo, abrir un hueco y descolgarlo en una camilla. Jesús ve la fe y solidaridad de estos cuatro amigos. Con una fe así los milagros son posibles. El paralítico es ayudado por los suyos, aquí se destaca la fe del otro. Jesús no funda una religión, sino que nos llama a vivir en comunidad. Las palabras que Jesús le dirige son sorprendentes: «Hijo, tus pecados te son perdonados» (Mc 2,5). Si quieres seguir a Jesús es importante aceptar el perdón. Primero sana el corazón y luego el físico.

Seguramente los cuatro no llevaron a su amigo con El para que le perdonara sus pecados sino para que lo sanara de su parálisis, pero para Jesús es más importante sanar primero el corazón que el físico. Quizás conviene decir también que la enfermedad del paralítico no era consecuencia de una falta personal o alguna especie de castigo divino (algo que en aquel tiempo así se consideraba), porque, de haber sido así, al momento de ser perdonado de sus pecados inmediatamente hubiera sanado de su parálisis. Jesús hace una segunda intervención para curarlo físicamente. La salud del corazón y física van unidas, aunque no necesariamente dependa una de la otra (un sano puede hacer mucho mal y otro puede llevar su enfermedad con mucha paz). Jesús devuelve la integridad a toda la persona. Perdona sus pecados (aspecto religioso), lo levanta (aspecto físico y le ordena ir con los suyos, a su casa (aspecto social).

«Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa» (2,11). «Tu casa» simboliza todo el aspecto social. Jesús no retiene, nos envía a una comunión con los demás ("no mires nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia").

Llama a Leví: comparte la mesa con pecadores

Los pecadores se hacen amigos de Jesús, en la mesa. Los recaudadores de impuestos o publicanos eran considerados traidores del pueblo, y por la Ley, pecadores e impuros. Al llamar a Leví, Jesús rompe las barreras de la Ley y hace realidad la universalidad del Evangelio. Leví, por su parte al levantarse de su sitio, abandonar su oficio y seguir a Jesús, rompe con su pasado y se compromete a una vida nueva que le ofrece el Maestro con su llamado. Jesús no excluye a nadie. 1
«No tienen necesidad del médico los sanos, sino los enfermos. No vine a llamar a justos sino a pecadores» - Mc 2, 17

Sobre el ayuno

«¿Por qué los discípulos de Juan y los fariseos ayunan y tus discípulos no ayunan?» (2,18)

De un banquete en el pasaje anterior pasamos al ayuno. Estando con Jesús (el novio) es tiempo de plenitud, ya vendrán los tiempos difíciles donde tendremos que renunciar a causa del seguimiento a Jesús. Jesús no niega el ayuno; sólo que no cabe practicarlo cuando estamos de fiesta  celebrando un nuevo pacto de amor 2. Sin relación con Jesús, el ayuno no tiene ninguna importancia.

«A vino nuevo, odres nuevos» (2,22)
Jesús es el vino nuevo.

Sobre el sábado

Va Jesús con sus discípulos atravesando unos campos. Los discípulos tienen hambre y cortan unas espigas. El gran problema es que eso fue en un sábado, el primer día de la semana para los judíos, y la Ley no lo permitía (Ex 34,21; Dt 23,26).

El que los discípulos hayan calmado su hambre cortando espigas en sábado, muestra algo positivo. Comienzan a liberarse del peso de la Ley. Jesús les contesta con las Escrituras:  «¿No han leído lo que hizo David...?» (Mc 2,25). David y sus compañeros huyen del rey Saúl que lo querían matar. Entran y comen espigas de un templo que estaban reservadas para el sacrificio. 

Para Jesús ninguna ley está por encima del ser humano. El ser humano es lo que realmente importa. Todo fue creado para el hombre. «El sábado se hizo para el hombre, no el hombre para el sábado».

Mc 3: Sana en sábado

Ahora es un hombre con la mano paralizada. Jesús lo pone en medio de los que lo vigilaban para ver si lo sanaba en sábado. «¿Qué está permitido en sábado? ¿Hacer el bien o el mal? ¿Salvar la vida o dar muerte?» 

Ellos callaban. Se acabó. «Y deliberaron cómo acabar con El». Eran vasijas viejas.  Jesús se entristece por la dureza en sus corazones.

A partir del capítulo 3 se ve cómo los fariseos comienzan a planificar cómo terminar con Jeús. El poder político y religioso se unirá para planear su muerte. La dureza de corazón y el silencio cómplice hacen que los poderosos sigan solucionando los conflictos a través de la violencia. 3

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1 - Comentario Mc 2,13-17, La Biblia de Nuestro Pueblo
2 - Comentario Mc 2,18-22
3 - Comentario Mc 3,1-6